Fracaso Monumental
***
Preocupación priísta
Por Miguel Ángel Velázquez
Más allá del poder de las encuestas, que mueven voluntades, castran deseos o manipulan ambiciones, está la realidad que mata mediciones aviesas.
Un ejemplo palpable se dio este fin de semana, para ser precisos el sábado, en el Monumento a la Revolución. Allí, el ídolo de las encuestas, Enrique Peña Nieto, no logró juntar más allá de 3 mil o 3 mil 500 seguidores del Distrito Federal. No más, confiesan los mismos priístas, que miraron con preocupación que el jalón, eso que se ha dado en llamar el efecto Peña Nieto, en esta ciudad nomás no pega.
Se pueden ofrecer mil pretextos para minimizar el tamaño del fracaso, pero