En 1997, dos reporteros del periódico The New York Times hicieron público un documento que acusaba a Manlio Fabio Beltrones de proteger al narcotraficante Amado Carrillo Fuentes. El gobierno mexicano decidió cerrar el caso sin investigarlo a fondo, lo cual le hubiera convenido tanto al país como al propio Beltrones. Si es culpable de vínculos con el crimen organizado, merece ser investigado y si ha sido acusado injustamente, se le debe una exoneración creíble. Saber la verdad importa, sobre todo, tratándose de un personaje que se está posicionando para ser Presidente de México.
Gracias a Hugo Sadh. No se olviden