Por Francisco Rodríguez
“No extorsionamos, no secuestramos y nunca afectaremos el patrimonio personal ni de la Nación. Que respetamos a los poderes ejecutivos federales (sic), estatales y municipales…” dice a través de un video el vocero del nuevo grupo de paramilitares autodenominado Los Matazetas, quienes se adjudican el asesinato de las 35 personas arrojadas a un viaducto de Boca del Río en Veracruz.
Y tras la noticia, la pregunta: ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que, en un par de años, ellos mismos se conviertan en un nuevo cártel de las drogas al que el Estado no pueda controlar?
Pareciera ser esta la fábula infantil de “un gato con los pies de trapo y los ojos al revés”… ¿Quieren que se los cuente otra vez?
Porque pareciera ser la historia repetida de los Zetas, que originalmente fueron tropas destinadas a combatir el narcotráfico a través de la frontera entre Estados Unidos y México. Los “gafes”, integrantes del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, dependiente de la Defensa Nacional y que, sin embargo, pasado un tiempo, un número creciente de ellos pasó de combatir el tráfico ilícito de estupefacientes pasó a formar parte de una red propia de narcotráfico que competía con otras organizaciones existentes.
¿Querrán el señor Calderón y sus subalternos en la Defensa, pero sobre todo en Marina, que se los cuente otra vez?