El miedo a la victoria de Andrés Manuel López Obrador, el candidato de la izquierda, los convocaba. El priista Roberto Madrazo iba en picada y Peña Nieto –con apenas diez meses como gobernador, pero ya diseñada su futura candidatura presidencial– se unió a Calderón.
En una hora y media se selló el destino del país durante dos sexenios. En 2006 –y en una reunión