…y la sumisión de los demás!!! | Lo único que se necesita para que triunfe el mal, es que los hombres buenos hagan nada. Edmund Burke. Escritor y pensador político irlandés. 1729-1797
El otro día, en un comentario, Netron me pedía mi opinión sobre el documental llamado «Cómo empezar una revolución» y, resumiendo, le decía que mi opinión sobre dicho documental no es muy buena. Es un documental sobre un manual escrito por Gene Sharp, donde se dan técnicas a los ciudadanos para «hacer una revolución pacífica, para derrocar dictadores y conseguir la democracia», en principio eso esta muy bien pero, comentaba que me parece que en muchas de estas «revoluciones» se ha usado el malestar de la sociedad para iniciar la desestabilizacione de países, coincidentemete gobiernos que ya no convienen a EEUU y Europa Occidental o gobiernos que abiertamente están opuestos a estos como China o Irán, la llamada «primavera árabe» derrocó al presidente de Túnez que tenía algunos planes que no convenían a los banqueros, también sirvió de pretexto para terminar con Kadafi quien tampoco era muy bien visto por USA y Europa ya que, a pesar de todo llevó a Libia a ser el país con mayor PIB de África y en muchos sentidos ser la nación más desarrollada y con mejores niveles de vida en ese continente, no era un buen ejemplo. Ahora vemos que la agitación está en Siria y presumo que es un paso previo para ir sobre Irán. Los movimientos sociales siempre corren el riesgo de ser coptados por grupos de mucho poder para usarlos en su beneficio, es de lo que se deben cuidar siempre, de infiltraciones de organizaciones tan poderosas como la CIA, por ejemplo.
Hay analistas críticos de estos movimientos que no tienen duda de la vinculación de las revueltas en el mundo árabe, con las típicas revoluciones de colores promovidas por occidente. El Fondo Monetario Internacional habría creado las
Invitados: Jorge Eduardo Navarrete, Alfredo Jalife Rahme y Farid Khhat.
Los análisis y opinones vertidos son interesantes para entender el ambiente previo a la partida de Mubarak y la situación actual y futura de esa región.
Nota: No se trata de desprestigiar la lucha de la gente en Egipto y otros países árabes, lo que más nos interesa es que de verdad haya democracia en esa región y el mundo entero y que el imperio USA-UK-Israel y cualquier otra potencia, dejen de intervenir en otros países, que respeten la soberanía nacional de esas naciones y el derecho a la autodeterminación de los pueblos, eso sería lo ideal. Pero queremos advertir que en estos movimientos como en otros, por desgracia y a través de sus sistemas de inteligencia, los grupos de poder político y económico se infiltran y conducen los movimientos sociales por donde a sus intereses conviene. Celebraríamos que los egipcios y otras naciones pudieran elegir gobernantes realmente libres de la influencia de esos grupos poderosos que son ajenos a los intereses de la sociedad. (PoKaMa)
.
El “efecto contagio” de la revuelta de Túnez: Matriz de opinión para naturalizar un nuevo proyecto geopolítico del Imperio.
Quien más y quien menos, habrá escuchado en los medios de comunicación capitalistas, en los últimos días, la expresión “efecto contagio” de la revuelta de Túnez, al referirse a los orígenes de las revueltas en Egipto, Yemen o Jordania.
Para estos medios, la explicación de que estas revueltas antigubernamentales hallan coincidido en el mismo espacio de tiempo, en diferentes lugares, tiene una explicación muy sencilla, aunque parezca más bíblico que real, pues el espíritu de las revueltas de Túnez se habría extendido, como si de una plaga divina se tratara, a varios países situados curiosamente en la mayor ruta petrolífera del mundo. Con lo que además de contagiosa, esta plaga ha sido selectiva, afectando a unos sí y a otros no, independientemente de su cercanía o lejanía geográfica, pero teniendo muy en cuenta su influencia en el mercado de los hidrocarburos.
Partidarios al gobierno egipcio lanzaron piedras masivamente más de una hora contra los manifestantes. El ejército, por su parte, disparó al aire para dispersar a la multitud. Reportan al menos 1,500 heridos y un 3 muertos.
—
Los medios de comunicación están cautivados por las manifestaciones en Egipto y se anuncia el advenimiento de una democracia de estilo occidental en todo el Oriente Medio. Thierry Meyssan cuestiona esta interpretación. Según él, las fuerzas de oposición están en movimiento y su resultante se dirige contra la política de EE.UU. en la región.
Egipto, al borde de un baño de sangre
En Egipto, el problema se resolverá a través de un tiroteo entre los militares.
by Thierry Meyssan
Durante una semana los medios de comunicación occidentales se hicieron eco de las protestas y la represión que agitan grandes ciudades egipcias. Se hizo un paralelismo con las protestas que condujeron al derrocamiento de Zine el-Abidine Ben Alí en Túnez y que provocó una ola de rebelión en el mundo árabe. También argumentaron que este movimiento podría extenderse a Libia y Siria. Asimismo, especulan que debe beneficiar a los demócratas seculares y no a los islamistas, que continúan, porque la influencia de la religión ha sido exagerado por la administración Bush y el «régimen de los mullahs» en Irán como un elemento de disuasión. Así, el deseo expresado por Barack Obama en la Universidad de El Cairo se cumplirá: que la democracia reine en el Oriente Medio.
Este análisis está equivocado en todos los aspectos.
Primero lo primero, las manifestaciones se inició en Egipto durante varios meses. Los medios de comunicación occidentales no prestaron atención porque pensaban que conduciría a nada. Los egipcios no fueron influenciados por los tunecinos, pero los tunecinos fueron quienes llamaron la atención de los medios occidentales sobre lo que está ocurriendo en esta región.