Ésta es la violencia del Estado y la violencia de los mega empresarios, ellos son quienes tienen al mundo en esta situación. No al Capitalismo salvaje! Sí al progreso de los campesinos y la sociedad en general!
Estamos ante lo que el jurista italiano Luigi Ferrajoli denomina poderes salvajes aludiendo a la «libertad salvaje y sin ley» de la que hablaba Enmanuel Kant refiriéndose al poder del más fuerte, que no reconoce ni los límites que la ley impone, con tal de conseguir sus objetivos.
Las empresas pagarán ¡100 pesos! anuales por hectárea a los campesinos dueños de las tierras en convenios que durarán treinta años de vida útil de los proyectos!!!
Eso es lo que atenta contra la paz y el progreso del estado y no que los afectados defiendan sus derechos. El gobierno y el sector privado deberían darse cuenta de que los pueblos no están contra el desarrollo, como fácilmente se afirma, sino de que en nombre de él se les despoje de su patrimonio.
Empresas eólicas y derechos de los pueblos en el istmo de Tehuantepec