
Leyes laborales y TLC
Muchos recuerdan el sexenio de Salinas de Gortari como uno de los peores gobiernos que ha tenido México, pues además de impulsar el TLCAN, se privatizaron más de mil empresas estatales (en los rubros de metalurgia, ferroviario, telecomunicaciones, banca, entre otros) y se impulsó la reforma al artículo 27 constitucional, que dio apertura a la privatización de tierras de los ejidos y comunidades.
Sin duda alguna fueron los pasos claves para que el neoliberalismo naciente en 1982 se desarrollara en México. Se inició así un proceso de desmantelamiento de la industria nacional para dar paso a la producción manufacturera, es decir, industrias con capital extranjero se asentaron e invirtieron en nuestro país para utilizar la mano de obra barata y desarrollar productos para el mercado exterior.
Ahora, con la renegociación del TLCAN, Donald Trump ha declarado que México es quien más se ha beneficiado de este tratado.Veamos cuáles son los beneficios para los mexicanos: (Solo en el sector automotriz) tenemos en México a grandes empresas automotrices y de autopartes como la Nissan, General Motors, Ford, Honda, Volkswagen, BMW, etcétera. Éstas generan alrededor de 800 mil empleos (según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz) ¡pero en condiciones de superexplotación para los trabajadores! Sin contratos colectivos ni derechos para los trabajadores y con sindicatos blancos o charros a favor de las empresas. Si a esto le sumamos que el salario que se paga a los mexicanos es en promedio dos dólares por hora, comparado con los 35 dólares promedio por hora que ganan los trabajadores en Canadá y EU, entendemos por qué somos la mano de obra barata de dichas empresas que han hecho jugosas ganancias a costa de nuestras vidas.
Por otra parte, en el campo se prometió a los productores y campesinos que se abrirían los mercados para exportar sus productos, pero con el TLCAN solamente se beneficiaron los empresarios que sí tenían las condiciones para exportar, mientras que los pequeños y medianos productores se sumieron en la miseria al no competir con los costos y tecnología para su producción. Como consecuencia de lo anterior, tenemos que importar el 45% de nuestros alimentos como granos básicos y oleaginosas (maíz amarillo, frijol, arroz, trigo, soya, sorgo); leche y sus derivados; así como carne de res, pollo y cerdo. Estos alimentos aparentemente “más baratos” ingresan al país sin pagar impuestos (aranceles), situación que llega a competir con los costos de producción de nuestros campesinos que buscan un precio justo en el mercado.
Peña Nieto exponía en su 5° informe de gobierno que uno de sus logros fue que “por primera vez en 20 años estamos exportando más alimentos de los que importamos”. Y efectivamente, estamos exportando cerveza, tequila, aguacate, jitomate, caña de azúcar, frutillas (berries), frutas y hortalizas, entre otros. Sin embargo, ¿dónde han quedado esos 20 mil millones de dólares que se generaron en los últimos cinco años bajo este concepto?, ¿en qué nos ha beneficiado esto que presentan como un gran logro?
Queda demostrado que la apertura del mercado nacional, la inversión del capital extranjero y los tratados comerciales entre países no vinieron a solucionar nuestros problemas económico-sociales, pues en nuestro pueblo siguen existiendo 55.5 millones de pobres y el salario mínimo sigue siendo de 80 miserables pesos, mientras que el costo de la canasta básica es de $320.16 pesos diarios, 3.3 millones de hogares sobreviven con 25 pesos al día y 12 millones de paisanos tuvieron que abandonar sus tierras para buscar mejor suerte al extranjero. (Fuente)
Veamos el siguiente video con entrevistas a campesinos realizado por Contralinea:
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Sin duda lo mejor para la mayoría de los mexicanos sería que nuestro país dejara ese tipo de acuerdos donde se imponen los intereses de un puñado de grandes empresarios pero eso no va a ocurrir hasta que haya en el poder un gobierno que no se doblegue ante los intereses de las corporaciones transnacionales y gobiernos imperialistas y haga respetar la soberanía nacional y ponga en marcha políticas para el bienestar social, un gobierno que tenga acuerdos comerciales con otros países pero que resulten en beneficio para todos porque la brecha entre ricos y pobres es casa vez mayor y si no se soluciona ese problema nos va a llevar a situaciones peores. No sé cómo pero esto tiene que cambiar. La humanidad (porque esto es a nivel global) no puede seguir así. Los plutócratas no van a entenderlo, es la sociedad la que tiene que exigirlo, unirse y luchar, una y otra vez y más hasta conseguirlo.