Este pueblo indígena de la Sierra Norte de Puebla emprendió una lucha legal contra los megaproyectos en su territorio. Luego de más de 9 años, lograron ser ellos quienes decidan qué se hace con la tierra de sus ancestros.
La comunidad se organizó y luchó consiguiendo crear el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial (POET). El ordenamiento es una herramienta con la cual no muchos municipios cuentan, y ésta, aunada a la articulación social, ha logrado detener el avance de los llamados “proyectos de muerte”.
Un ejemplo para muchos municipios en el resto de México.
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