El Consejo de Seguridad de la ONU exigió fin del hostigamiento a Embajada de Brasil
Zelaya muestra pruebas de los tóxicos arrojados por los golpistas
Hipotimia, sangrados nasal, bronquial y rectal, desmayos, son algunas de las reacciones causadas por los gases. Piden a la ONU enviar a un toxicólogo para determinar cuáles sustancias están usando los golpistas. Zelaya pide a la comunidad internacional ayuda en el resguardo de la vida de los presentes en la sede diplomática:
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Crisis política en Honduras en «punto muerto»
Tegucigalpa, 26 de Septiembre.- La crisis política abierta tras el golpe en Honduras volvió el sábado a punto muerto, con el depuesto presidente Manuel Zelaya atrincherado en la embajada de Brasil y el Gobierno de facto negándose rotundamente a devolverle el poder.
Zelaya y el presidente de facto Roberto Micheletti habían coqueteado esta semana con el diálogo, pero esa posibilidad se esfumó al chocar contra un obstáculo aparentemente insuperable: la restitución del mandatario derrocado el 28 de junio.
“Totalmente descartado”, dijo Micheletti a periodistas la noche del viernes. “Además, él tiene cuentas pendientes con la ley en nuestro país”, añadió.
Zelaya fue sacado hace tres meses de la cama a punta de pistola y expulsado del país, horas antes de un referéndum que podría haber facilitado su reelección.
El lunes regresó clandestinamente a Honduras y se refugió con un puñado de partidarios en la embajada de Brasil, en un nuevo y dramático intento por recuperar el poder.
El dirigente campesino Rafael Alegría, líder del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe, dijo que las puertas del diálogo no están totalmente cerradas.
“Hay cierto espíritu de diálogo en algunos sectores como la empresa privada y los partidos”, declaró a Reuters.
“El problema es que todo el mundo quiere el diálogo, pero no nos aproximamos a una solución. La restitución del presidente Zelaya sigue siendo el obstáculo”, indicó.
El golpe militar fue respaldado por políticos, empresarios, militares y hasta la Iglesia Católica, alarmados por la alianza de Zelaya con el presidente venezolano Hugo Chávez.
Micheletti apuesta a que las elecciones presidenciales de noviembre permitan voltear la página y romper el aislamiento internacional al que está sometida la empobrecida nación de América Central.
Pero Estados Unidos, el principal socio comercial de Honduras que cortó tras el golpe su ayuda económica y militar, recordó que no aceptará el resultado de unas elecciones auspiciadas por el Gobierno de facto.
“Creo que deberían tomar esa declaración muy en serio”, dijo el embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorens.
NUEVAS MARCHAS
Los partidarios de Zelaya macharán el sábado hacia la embajada de Brasil, asediada por policías y soldados.
Zelaya llamó a los hondureños a aumentar la presión sobre el Gobierno de facto y denunció que las fuerzas de seguridad estaban acosándolos el viernes con gases tóxicos que provocaron náuseas y hemorragias a las personas dentro de la embajada.
Brasil exigió el viernes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que su embajada en Tegucigalpa sea respetada.
Además hay señales de que la peor crisis política que sacude América Central en décadas podría dilatarse, dado que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que su país protegería a Zelaya el tiempo que sea necesario.
Diplomáticos occidentales en Tegucigalpa hablan en privado sobre la volatilidad en Honduras y cifran sus esperanzas en una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) que aterrizaría en la nación a comienzos de la próxima semana, un viaje que ni siquiera está confirmado.
En la semana, la Unión Europea acordó que sus embajadores vuelvan a Tegucigalpa -de donde habían sido retirados para consultas tras el golpe- aunque aclaró que eso no significa que reconozca al Gobierno de facto.
Fuente: REUTERS